
El Paisaje ilusorio de Los Barruecos se forma a partir de los grandes bolos graníticos que se levantan a la orilla de cuatro embalses históricos. El espacio tiene un interés científico como parque geológico, dado el completo catálogo de formas erosivas sobre granito que interaccionan creando oquedades imposibles en las rocas. El hombre, desde tiempos ancestrales, aprovechó las cualidades de este paisaje y dejó constancia de su presencia en las numerosas estaciones de pinturas y grabados rupestres y otros yacimientos de diversas épocas. La observación de aves acuáticas y rapaces, el recorrido por sus sendas o las actividades generadas por el Centro de Interpretación del Monumento Natural convierten a Los Barruecos en un espacio de disfrute abierto.


